Ahora que llega el verano me gustarÃa hablar de lo mucho que disfruto organizando viajes. Para mÃ, esas aventuras empiezan varios meses antes de coger un avión o salir con el coche. Creo que me obsesioné con mi destino de este 2022 el año pasado y, desde entonces, he ido emocionándome dÃa tras dÃa para que llegase el momento de visitarlo. Soy de esas clase de personas que se montan todo un documento detallando cada punto del viaje, ahora que en TikTok he visto que más gente hace lo mismo me siento un poquito más comprendida. Desde que tengo unos 15-16 años me he convertido en la guÃa oficial de mi familia y amigos a la hora de planear un viaje, soy la persona que se encarga al completo de la experiencia. Reservo los alojamientos, busco el mejor transporte, creo un plan detallado para cada dÃa, hago una investigación que ni el CNI con Pegasus para encontrar los restaurantes más auténticos o los puntos menos turÃsticos de la ciudad, lo que yo suelo llamar "secretos", e incluso, en los últimos años, me he animado a expandir cualquier viaje a los alrededores de esa ciudad para poder disfrutar un poco más del mundo que nos rodea. Viajar para mà es una experiencia única y extraordinaria, si bien es cierto que he visitado más de una vez algunos lugares como Roma, Lisboa o Londres, siento que debo exprimir al máximo cada visita por si no volviera nunca. Soy de esas viajeras entusiastas que acaba la jornada más de 20 kilómetros a las espaldas y un despertador a primera hora de la mañana para seguir explorando la ciudad al dÃa siguiente. Sé que no es plato de buen gusto de todo el mundo, pero yo solo disfruto asà y por suerte, la gente a mi alrededor también. Por eso, en esta carta he decidido compartir algunos de mis mejores consejos. No soy una profesional del sector, aunque a veces pienso que es mi carrera frustrada, pero con los años creo que he desarrollado algunas técnicas para organizar todo sin sufrir un ataque.Explora las ciudades con un mapa de papel, especialmente por Europa cuando utilizan el mismo alfabeto. Entiendo que la orientación no es el fuerte de mucha gente, pero perderse por las calles es una forma maravillosa de encontrar los puntos menos conocidos. Antes de poner un pie en cualquier ciudad yo ya me la he recorrido 30 veces en mi casa con Google Maps, asà que cuando llego allà me siento una local más. Otro punto muy a favor, los mapas no tienen baterÃa. Suena 'boomer' pero para mà es esencial no empezar a gastar la carga del móvil a lo tonto, asà que he asumido la vida analógica con mapa y boli en mano cuando viajo. Por supuesto, las apps de localización pueden ser útiles en ciertos momentos cuando tengamos prisa o busquemos una dirección muy concreta, pero siento que esos papeles te hacen aprender a moverte por la ciudad muchÃsimo más rápido que si siempre vas pendiente de Google Maps.Si quieres encontrar auténticas joyas culinarias, busca en todos los rincones que se te ocurran. Una búsqueda rápida en internet sobre "dónde comer en..." puede resulta muy útil. FÃate de los blogs de viaje y de las reseñas online. Muchas veces me dedico a navegar a través de Google Maps (es mi gran amigo para viajar) para descubrir los restaurantes baratos y con mejor puntuación. Desde ahÃ, incluso exploro la carta entre las fotos de los clientes y decido si es un buen lugar para ir. Y preguntar a los guÃas turÃsticos o la gente a cargo del alojamiento es todo punto. Nadie como los locales para recomendarte lo mejor.Antes de visitar museos, iglesias o monumentos sé exactamente cuánto cuesta la entrada y en qué horario está abierto. De ese modo, puedo agrupar los lugares más próximos entre sà y que coincidan por horas para no perder el tiempo. Os vais a reÃr pero para buscar lugares menos turÃsticos, la mayorÃa de veces recurro a capÃtulos de 'Callejeros Viajeros' o 'Madrileños por el mundo' y toda clase de producción audiovisual que exista. Antes de cada viaje me veo un par de pelÃculas o series rodadas en dicho destino para descubrir espacios poco conocidos pero con gran encanto. Los productores y encargados de localizaciones saben exactamente lo que hacen y en ocasiones encuentran los mejores lugares.Y por último, otro lema esencial: Todas las ciudades pueden disfrutarse de manera 'low cost', incluso las más caras. Si hay gente local, siempre habrá algún transporte para llegar sin dejarse un riñón, y siempre que existan supermercados o mercados de barrio habrá una forma de comer sin gastar una millonada. Por ejemplo, Sirmione es un pequeño pueblo costero (por un largo) próximo a Verona donde hay muchos ricos, al igual que el Lago di Como. Aunque la forma más habitual para visitarlo es mediante un ferry de unos 20 euros por viaje, no me costó más que una pregunta en la oficina de turismo para averiguar que un billete de bus de menos de 2 euros me dejaba justo a las puertas del pueblo.Aunque pueda parecer que tengo todo muy bien atado y no dejo lugar para lo inesperado, lo cierto es que no es asÃ. La mayorÃa de las veces hacemos cosas improvisadas o nos adaptamos sobre la marcha, pero lo que me gusta es tener claro qué debo ver antes de volver a mi casa y haber creado experiencias inolvidables para mis acompañantes. Creo que uno de mis recuerdos favoritos en todos estos años es comer una pizza en lo alto de la plaza Michelangelo de Florencia mientras atardecÃa sobre la ciudad, esa es la clase de recuerdos que trato de generar.
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🗺 Los mapas no tienen baterÃa
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Ahora que llega el verano me gustarÃa hablar de lo mucho que disfruto organizando viajes. Para mÃ, esas aventuras empiezan varios meses antes de coger un avión o salir con el coche. Creo que me obsesioné con mi destino de este 2022 el año pasado y, desde entonces, he ido emocionándome dÃa tras dÃa para que llegase el momento de visitarlo. Soy de esas clase de personas que se montan todo un documento detallando cada punto del viaje, ahora que en TikTok he visto que más gente hace lo mismo me siento un poquito más comprendida. Desde que tengo unos 15-16 años me he convertido en la guÃa oficial de mi familia y amigos a la hora de planear un viaje, soy la persona que se encarga al completo de la experiencia. Reservo los alojamientos, busco el mejor transporte, creo un plan detallado para cada dÃa, hago una investigación que ni el CNI con Pegasus para encontrar los restaurantes más auténticos o los puntos menos turÃsticos de la ciudad, lo que yo suelo llamar "secretos", e incluso, en los últimos años, me he animado a expandir cualquier viaje a los alrededores de esa ciudad para poder disfrutar un poco más del mundo que nos rodea. Viajar para mà es una experiencia única y extraordinaria, si bien es cierto que he visitado más de una vez algunos lugares como Roma, Lisboa o Londres, siento que debo exprimir al máximo cada visita por si no volviera nunca. Soy de esas viajeras entusiastas que acaba la jornada más de 20 kilómetros a las espaldas y un despertador a primera hora de la mañana para seguir explorando la ciudad al dÃa siguiente. Sé que no es plato de buen gusto de todo el mundo, pero yo solo disfruto asà y por suerte, la gente a mi alrededor también. Por eso, en esta carta he decidido compartir algunos de mis mejores consejos. No soy una profesional del sector, aunque a veces pienso que es mi carrera frustrada, pero con los años creo que he desarrollado algunas técnicas para organizar todo sin sufrir un ataque.Explora las ciudades con un mapa de papel, especialmente por Europa cuando utilizan el mismo alfabeto. Entiendo que la orientación no es el fuerte de mucha gente, pero perderse por las calles es una forma maravillosa de encontrar los puntos menos conocidos. Antes de poner un pie en cualquier ciudad yo ya me la he recorrido 30 veces en mi casa con Google Maps, asà que cuando llego allà me siento una local más. Otro punto muy a favor, los mapas no tienen baterÃa. Suena 'boomer' pero para mà es esencial no empezar a gastar la carga del móvil a lo tonto, asà que he asumido la vida analógica con mapa y boli en mano cuando viajo. Por supuesto, las apps de localización pueden ser útiles en ciertos momentos cuando tengamos prisa o busquemos una dirección muy concreta, pero siento que esos papeles te hacen aprender a moverte por la ciudad muchÃsimo más rápido que si siempre vas pendiente de Google Maps.Si quieres encontrar auténticas joyas culinarias, busca en todos los rincones que se te ocurran. Una búsqueda rápida en internet sobre "dónde comer en..." puede resulta muy útil. FÃate de los blogs de viaje y de las reseñas online. Muchas veces me dedico a navegar a través de Google Maps (es mi gran amigo para viajar) para descubrir los restaurantes baratos y con mejor puntuación. Desde ahÃ, incluso exploro la carta entre las fotos de los clientes y decido si es un buen lugar para ir. Y preguntar a los guÃas turÃsticos o la gente a cargo del alojamiento es todo punto. Nadie como los locales para recomendarte lo mejor.Antes de visitar museos, iglesias o monumentos sé exactamente cuánto cuesta la entrada y en qué horario está abierto. De ese modo, puedo agrupar los lugares más próximos entre sà y que coincidan por horas para no perder el tiempo. Os vais a reÃr pero para buscar lugares menos turÃsticos, la mayorÃa de veces recurro a capÃtulos de 'Callejeros Viajeros' o 'Madrileños por el mundo' y toda clase de producción audiovisual que exista. Antes de cada viaje me veo un par de pelÃculas o series rodadas en dicho destino para descubrir espacios poco conocidos pero con gran encanto. Los productores y encargados de localizaciones saben exactamente lo que hacen y en ocasiones encuentran los mejores lugares.Y por último, otro lema esencial: Todas las ciudades pueden disfrutarse de manera 'low cost', incluso las más caras. Si hay gente local, siempre habrá algún transporte para llegar sin dejarse un riñón, y siempre que existan supermercados o mercados de barrio habrá una forma de comer sin gastar una millonada. Por ejemplo, Sirmione es un pequeño pueblo costero (por un largo) próximo a Verona donde hay muchos ricos, al igual que el Lago di Como. Aunque la forma más habitual para visitarlo es mediante un ferry de unos 20 euros por viaje, no me costó más que una pregunta en la oficina de turismo para averiguar que un billete de bus de menos de 2 euros me dejaba justo a las puertas del pueblo.Aunque pueda parecer que tengo todo muy bien atado y no dejo lugar para lo inesperado, lo cierto es que no es asÃ. La mayorÃa de las veces hacemos cosas improvisadas o nos adaptamos sobre la marcha, pero lo que me gusta es tener claro qué debo ver antes de volver a mi casa y haber creado experiencias inolvidables para mis acompañantes. Creo que uno de mis recuerdos favoritos en todos estos años es comer una pizza en lo alto de la plaza Michelangelo de Florencia mientras atardecÃa sobre la ciudad, esa es la clase de recuerdos que trato de generar.