Cuando veo 'Gilmore Girls' me siento muy reflejada en cada una de las protagonistas. Las tres mujeres de la serie representan una parte de mà que ha sido en el pasado, es en el presente o será en el futuro. Una de las cosas que he aprendido (y continúo mejorando) a lo largo de este año es la asertividad. Ese punto de equilibrio entre ser sumiso o agresivo es casi un idilio, es como convertirse en la persona "perfecta". Ahà también hay peros, porque no es necesario ponerse justo en el medio de la balanza para hacerlo bien. Las palabras, la actitud y la forma de reivindicar los derechos personales son algunos de los factores que marcan este comportamiento. Es una definición complicada y no creo que yo sea la mejor para explicarla, pero cuando veo a las Gilmore interaccionar en cada capÃtulo siento que he sido alguna de ellas en otros momentos de mi vida.Mi fantasma del pasado es sin duda Emily Gilmore, la abuela de esta peculiar familia, que se enfada por casi cualquier cosa. Espera que el resto actúe como ella habÃa imaginado en su cabeza y se ofende cuando las cosas no salen de ese modo. Le afecta en exceso lo que los demás piensen de ella y se frustra cuando el mundo no es tan perfecto como esperaba. Lo peor, es que no es consciente de sà misma y no tiene un ápice de intención de cambiar (al menos hasta la temporada que estoy viendo). Esos comportamientos son una bola de nieve que al final siempre terminan resultando dañinos para uno mismo.El fantasma del presente le corresponde a Lorelai, la joven madre está a medio camino entre las otras dos protagonistas. Ha aprendido ciertos comportamientos de su madre y a veces los repite casi sin darse cuenta. Sin embargo, ha dado un paso más. Es consciente de sus errores, sabe pedir perdón y trata de hacerlo mejor con su hija para no repetir lo que ella vivió en casa cuando era adolescente. Aún hay resquicios de esos viejos hábitos en su dÃa a dÃa, ya que en ocasiones se enfada sin ser racional o se deja llevar por las emociones más negativas, pero sabe perfectamente cuándo debe pedir ayuda y reencauzarse.Mi fantasma del futuro tiene que ser Rory, la adolescente, hija y nieta de las Gilmore es quizás la que resulte más adulta de todas ellas. Su racionalidad a la hora de expresar sus sentimientos o deseos, o la firmeza cuando percibe las malas actitudes de su madre son algunos de los detalles que más me gustan de este personaje. No es perfecta, como todos los humanos falla, y tal y como he mencionado antes, la asertividad no es siempre el punto medio exacto de la balanza. También tiene sus momentos caprichosos y comete errores, pero por lo general tiende a hacerse valer sin pisotear a nadie. Mi aspiración personal está ahÃ, pero, quiero dejar esto como recordatorio personal, no pasa nada si a veces estoy un poco más Lorelai o Emily. De todo se aprende, porque una vez damos un paso hacia delante es muy difÃcil darlo hacia atrás sin ser consciente del camino andado.
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👻 Los fantasmas del pasado, presente y…
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Cuando veo 'Gilmore Girls' me siento muy reflejada en cada una de las protagonistas. Las tres mujeres de la serie representan una parte de mà que ha sido en el pasado, es en el presente o será en el futuro. Una de las cosas que he aprendido (y continúo mejorando) a lo largo de este año es la asertividad. Ese punto de equilibrio entre ser sumiso o agresivo es casi un idilio, es como convertirse en la persona "perfecta". Ahà también hay peros, porque no es necesario ponerse justo en el medio de la balanza para hacerlo bien. Las palabras, la actitud y la forma de reivindicar los derechos personales son algunos de los factores que marcan este comportamiento. Es una definición complicada y no creo que yo sea la mejor para explicarla, pero cuando veo a las Gilmore interaccionar en cada capÃtulo siento que he sido alguna de ellas en otros momentos de mi vida.Mi fantasma del pasado es sin duda Emily Gilmore, la abuela de esta peculiar familia, que se enfada por casi cualquier cosa. Espera que el resto actúe como ella habÃa imaginado en su cabeza y se ofende cuando las cosas no salen de ese modo. Le afecta en exceso lo que los demás piensen de ella y se frustra cuando el mundo no es tan perfecto como esperaba. Lo peor, es que no es consciente de sà misma y no tiene un ápice de intención de cambiar (al menos hasta la temporada que estoy viendo). Esos comportamientos son una bola de nieve que al final siempre terminan resultando dañinos para uno mismo.El fantasma del presente le corresponde a Lorelai, la joven madre está a medio camino entre las otras dos protagonistas. Ha aprendido ciertos comportamientos de su madre y a veces los repite casi sin darse cuenta. Sin embargo, ha dado un paso más. Es consciente de sus errores, sabe pedir perdón y trata de hacerlo mejor con su hija para no repetir lo que ella vivió en casa cuando era adolescente. Aún hay resquicios de esos viejos hábitos en su dÃa a dÃa, ya que en ocasiones se enfada sin ser racional o se deja llevar por las emociones más negativas, pero sabe perfectamente cuándo debe pedir ayuda y reencauzarse.Mi fantasma del futuro tiene que ser Rory, la adolescente, hija y nieta de las Gilmore es quizás la que resulte más adulta de todas ellas. Su racionalidad a la hora de expresar sus sentimientos o deseos, o la firmeza cuando percibe las malas actitudes de su madre son algunos de los detalles que más me gustan de este personaje. No es perfecta, como todos los humanos falla, y tal y como he mencionado antes, la asertividad no es siempre el punto medio exacto de la balanza. También tiene sus momentos caprichosos y comete errores, pero por lo general tiende a hacerse valer sin pisotear a nadie. Mi aspiración personal está ahÃ, pero, quiero dejar esto como recordatorio personal, no pasa nada si a veces estoy un poco más Lorelai o Emily. De todo se aprende, porque una vez damos un paso hacia delante es muy difÃcil darlo hacia atrás sin ser consciente del camino andado.