😚 Metanewsletter: Escribir puede dar vergüenza
¡Hola! Siento que ha pasado mucho más que dos meses desde que hice el parón del verano. Voy a tratar de no enrollarme demasiado, porque, tal y como adelanté a finales de junio, he conseguido mi propósito y os traigo una sorpresa, que tiene pinta de alargarse.
Hace tres años que comencé esta newsletter y solo tenía siete seguidores. Hoy en día vamos por la carta número 50 y ya somos más de 70 personas. Me da un poco de vértigo, nunca sé realmente por qué hago esto, pero una vez en una entrevista de trabajo dije que aunque no me dedicase al periodismo, encontraría siempre una manera de escribir. Así que aquí estamos, me dedico al sector y sigo explorando espacios donde exponer todos mis pensamientos diarios.
A lo largo de este tiempo cada vez más gente que conocía ha comenzado a leerme, y hubo un momento en el que me llegó a dar vergüenza. Cuando escribes, de algún modo expones tus sentimientos más profundos ante cualquier persona, en muchas ocasiones no sabes quién está detrás de la pantalla, y eso da mucho miedo. Porque al final no es como una conversación, solo yo me abro ante vosotros, pero no tengo demasiados detalles sobre vosotros. Así que cuando alguien cercano te habla de tu proyecto, irremediablemente sientes como se te encoge el corazón. Esa persona ya sabe más de ti, que tú de ella. Es algo similar a cuando escuchas tu voz en una grabación y no te reconoces. ¿Cómo hacer frente a ese miedo a la exposición cuando escribir es algo tan vocacional que sí o sí necesitas hacerlo? En esta carta he querido preguntar a tres de mis escritoras de newsletters favoritas para que me ayuden a encontrar una respuesta a esta inquietud. Disfrutad, son todas maravillosas. (Y para que las recomendaciones no se extiendan demasiado, trataré de poner las secciones lo más cortas posibles)
Beatriz Serrano de 'Massolit 101'
"Quizás en una sociedad que se empeña en mostrarse como racional, viene bien una buena dosis de emoción".
Massolit 101 | Beatriz Serrano — massolit101.substack.com
Hablo sobre libros pero, ¿hablo sobre libros? Tu newsletter de evasión para tiempos inciertos.
Descubrí a Beatriz por su trabajo en Buzzfeed Lola y cuando anunció que sacaba una newsletter me apunté al momento. Desde entonces, esas pequeñas píldoras que nunca sé cuándo van a llegar me hacen tremendamente feliz. Una de mis favoritas es esta
en la que habla sobre cómo su abuela disfrutó de apenas unos años de libertad durante su juventud antes de que llegasen las obligaciones sociales de matrimonio e hijos. Me encanta la manera en la que marida historias personales con libros que ha leído, es mágico. Cuando le pregunté si sentía algo similar a mi gran inquietud, me dijo esto:
Siempre quise hacer de mi newsletter un espacio propio. Cuando eres periodista y te pasas la vida escribiendo en Internet tus textos pueden dar cierta sensación de familiaridad. Sin embargo, es trabajo: los intereses pueden venir dictados por la agenda del día. Empecé con mis cartas en un momento en el que, por motivos laborales, lo único que escribía eran mis listas de la compra. Y así nació Massolit 101, una newsletter en la que, en un principio, iba a recomendar libros y ofrecer un maridaje. Y terminó siendo algo distinto: empecé a contar lo que leía como se lo contaba a mis amigos, y cuando lees algo que te emociona no dices "me ha gustado", sino que elaboras el por qué, creas ramificaciones en la conversación que te llevan a puntos inesperados.
Los sentimientos y la intimidad son elementos denostados en la sociedad, están mal vistos, parece que estorban. La gente tiene miedo a expresarse y a mostrarse vulnerable, porque confunden vulnerabilidad con debilidad. Las newsletters crean una falsa sensación de intimidad de base: son directas, llegan por elección al buzón de correo de quien desee leerlas, pueden guardarse para leerlas en el momento más apropiado y, aunque quien las escribe a menudo no se da cuenta, quien las recibe las percibe como algo de tú a tú. Para mí es como lanzar una botella al océano y darme cuenta, de pronto, de que se ha multiplicado y ha llegado a muchas orillas.
Creo que conforme mi newsletter ha ido creciendo me he dado cuenta de que, cuando hablo de sentimientos, trato temas muy universales: amor, pérdida, alegría, frustración, desidia. No me da miedo mostrarlos porque conforman una realidad. A veces, me ha sorprendido que me leyese gente conocida pero no cercana, y ahí sí que he sentido algo de pudor: creo que se debe a que no existe intercambio y, al final, esa persona sabe más de mí de lo que yo sé de ella. Pero luego he pensado: "bueno, ¿y qué?". No tiene nada de malo, ni hace daño a nadie, y quizás en una sociedad que se empeña en mostrarse como racional, viene bien una buena dosis de emoción.
Leticia Vila-Sanjuán de 'Maneras de estar cerca'
"Tenemos un tiempo y un nivel de atención tan limitado, ¡qué me parece una alegría que haya gente que quiera leer lo que sea que cuento en esas cartas!".
Maneras de estar cerca | Leticia Vila-Sanjuán — tinyletter.com “This was another of our fears: that Life wouldn't turn out to be like Literature. (...)” Libros, canciones, películas, ciudades y otras anécdotas personales.
Conocí a Leticia por un podcast, su manera de hablar y reivindicar con tanta pasión de las comedias románticas me hizo conectar con ella de forma automática. Desde que se mudó a Nueva York he vivido a través de sus newsletters un sueño propio que llevo teniendo desde que soy una niña. Gracias a ella he descubierto un montón de series apasionantes, porque ya he mencionado en otras ocasiones que soy una lectora lenta y me cuesta. Me gusta mucho en concreto esta carta de 2020
donde cuenta cómo llego hasta Nueva York y la escena parecía sacada de una película. Al exponerle mis miedos sobre escribir newsletters me dijo esto:
Para mí esta newsletter y el planteamiento al escribirla se ha ido transformando. Inicialmente, la empecé como una manera de seguir conectada con mi familia y amigas cuando me mudé a Nueva York el verano de 2019. Con el tiempo, gente que no conocía se suscribió, aunque creo que la esencia sigue siendo la misma: escribo sobre lo que sea que tengo en la cabeza en ese momento, seguido de recomendaciones de productos culturales que he estado consumiendo y disfrutando. Es un poco raro escribir y lanzar esta botella al mar de Internet, y al principio me agobiaba un poco lo que pudieran pensar desconocidos que la leyeran. Pero la experiencia ha sido totalmente positiva y enriquecedora, es un espacio donde escribo de lo que quiero cuando quiero, y la gente que está apuntada es porque realmente tiene algún nivel de interés en leerlo.
Así que creo que ha sido sobre todo un lugar donde explorar escribir de cosas más mundanas, de mi día a día, de mis preocupaciones... A mí me encanta recibir newsletters personales, estoy suscrita a un montón. Y cuando una por lo que sea deja de interesarme o ya no conecto, me doy de baja. Y creo que igual como soy una gran consumidora es fácil para mí ver "el otro lado" - si alguien se desapunta, no es para nada un ataque personal. Tenemos un tiempo y un nivel de atención tan limitado, ¡que me parece una alegría que haya gente que quiera leer lo que sea que cuento en esas cartas!
Alexandra Lores de 'Love & Rockets'
Como escritora intento minimizar ese pudor y ese miedo y hacer un esfuerzo para escribir lo que quiero a pesar de todo
💖 Love & Rockets 🚀 | Alexandra Lores — loveandrockets.substack.com
Melodrama, cultura pop y amor 💓. Click to read 💖
Llegué a la newsletter de Alexandra casi por casualidad a través de otra newsletter. Me sorprendió mucho el formato y me inspiró a crear mi propio boletín. Una de las que más me marcó es esta en la que precisamente reflexiona sobre dónde están las nuevas periodistas
. Lo que más me gusta de sus cartas es que tienen muchas referencias a la cultura de Internet que yo empezaba a vivir cuando era adolescente. Que además vayan acompañadas de una canción, hace que leerlas se conviertan en un momento perfecto para mí.
La verdad es que siempre he escrito de esta manera confesional, también cuando escribía fanzines o me expresaba en Facebook, más propensa a la reflexión. Sí que es cierto que calibro qué digo y qué no, pero intento acercarme todo lo posible a lo que quiero decir. Lo que más me frena es saber que mis padres me están leyendo y poder hacer daño a alguien también es un motivo de renuncia a la hora de expresar según qué cosas. Pero como escritora intento minimizar ese pudor y ese miedo y hacer un esfuerzo para escribir lo que quiero escribir a pesar de todo. De otra manera, estoy dejando parte de lo que necesito comunicar de lado. Por otro lado, cuando lo hago y les lectores me escriben, se identifican, resulta muy placentero. Siento que no estoy sola, que el mensaje llega y que a la gente le relaja leerlo. Al mismo tiempo, a mí me gusta que me ocurra cuando leo a otras autoras.
VER 🎥
Me ha gustado muchísimo esta película de Disney+
con Zoey Duetch. Es como si a 'Emily in Paris' se le rompiera la burbuja de cuento de hadas y comenzase a ver todo lo que hace mal por un par de likes. Creo que lo que más me gusta es que no intenta arreglar todo con un final feliz, la vida pura y dura cuando la cagas.
ESCUCHAR 🎶
Descubrimientos del mes - Septiembre 2022 — open.spotify.com
😚 Meta newsletter: Escribir da vergüenza
Además de mi playlist del mes, en la que he descubierto a artistas increíbles como Sofía Carson, que me robó el corazón en una de esas comedias románticas confort movie que han metido en Netflix. También he recopilado el resto de mis pasiones musicales durante el verano. Pero en esta ocasión os recomiendo una playlist colaborativa e híper variada que ha abierto una creadora de contenido para amenizarle el trabajo mientras se encuentra de voluntaria en un hostel portugués. Tiene más de 600 canciones y es perfecta para trabajar.
LEER 📚
De Rosalía a Pérez Siquier o cómo la cultura es siempre vieja y nueva a la vez — www.eldiario.es
Un imaginario colectivo sobre 'lo cañí' le sirve a los artistas para conectar con la sociedad y pone a la España de la periferia en el centro del tablero de este verano de 2022 que ya termina.
Este verano he sido poco original y me ha dado fuerte por Despechá. Cuando salió el videoclip me enamoré. Me encanta el costumbrismo en todas sus facetas, así que este artículo
de Clara Nuño sobre ello me apasionó.
"Es alguien que sale a la realidad y la pinta y nos redescubre. Lo que está haciendo no se va de la gente”, subraya Jorge Latorre, profesor titular de Historia del Arte en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid (URJC). Al leer los comentarios del vídeo en YouTube, predomina la nostalgia: muchos escriben que les recuerda a las vacaciones en familia o de su infancia"
DISFRUTAR 🥂
Este apartado se ha convertido en una especie de 'salvemos Internet' donde os muestro publicaciones en redes sociales que me han hecho sentir mejor. En esta ocasión os traigo dos:
Lo que he descubierto que se llama '
Infinite Zoom Art
', que no es más que una ilustración a la que hacen zoom casi de forma infinita y va exponiendo nuevas escenas, a cada cual mejor.Y estos
reels de piezas hechas con vidrio
que me parecen auténtica magia. Ver cómo manipulan algo tan sumamente frágil y lo convierten en un objeto precioso me fascina, es una especie de ASMR visual que me da calma.
Sabéis que me encanta leeros y conocer vuestras opiniones, ya sabéis, para que una relación un poco más bidireccional. Como siempre, me tenéis en todas mis redes sociales (@sandram5b en Twitter o @lavieenrose05 en Instagram) o, si lo preferís, podéis responder a este mismo email.
Hasta noviembre.
Que tengáis muy buen mes.
(1) Escena de 'Not Okay'.