😒 OK, boomer
Me molesta mucho la condescendencia con la que los adultos más mayores tratan a los jóvenes. Como si no tuviésemos idea de nada, como si hubiesen tirado la toalla con nosotros.
Hola, no sé si aún está permitido decir feliz año, pero es que no os había escrito desde hace un mes. Como podéis comprobar estamos en una nueva plataforma. Ya adelanté en la última newsletter de 2022 que Revue cerraba y todavía sigo muy enfadada con el señor Musk por ello. Aún estoy cogiéndole el truco a Substack, así que os pido paciencia con el diseño. Hay cientos de cosas y no sé usar del todo bien aún.
Este mes podría hablar de Shakira o Miley Cyrus con sus respectivas canciones de despecho, pero ya se ha quemado mucho el tema y yo también he quemado mucho ambas canciones en Spotify. Han sido sin duda un bucle durante todo el mes. Así que en esta ocasión quiero hablar sobre justicia generacional.
Ya lo he dicho en otras ocasiones, pero me molesta mucho la condescendencia con la que los adultos más mayores tratan a los jóvenes. Como si no tuviésemos idea de nada, como si hubiesen tirado la toalla con nosotros. En estos meses se ha incrementado aún más mi desesperanza en relación con esta pequeña guerra de generaciones, y es que siento que a los boomers les da absolutamente igual cuántas veces digamos lo complicado que se ha vuelto el mundo para nosotros o desprecien cualquiera de las plataformas que usamos para expresarnos. La última vez fue en un programa de radio que escucho habitualmente, donde no paraban de bromear con que en TikTok no se aprende nada. Disculpa, ¿sabes la de vídeos que comparto cada semana con mis amigos porque me han parecido cosas súper interesantes? Ya os hablé en unas newsletters anteriores de lo obsesionada que estaba con los salseos literarios de Patricia Fernández; mientras que Pau García-Milà se ha convertido ya en toda una eminencia en la aplicación por sus consejos sobre tecnología. TikTok no es solo bailes.
Como dije en un tweet hace poco, esa clase de comentarios no son más que un síntoma de no tener ni querer tener ni idea del mundo actual. Y cuando una persona se niega a adaptarse a la realidad o siquiera descubrir a esas novedades, lo único que hace es vivir farfullando y criticando (fans de Los Simpsons -no siendo yo una- permitidme usar el meme de “Old Man Yells at Cloud”). Como ese profesor de universidad que reprochó que los estudiantes en su asignatura solo miraban el móvil y Twitter al completo se le echó encima para recriminarle que seguramente fuese de esos docentes que llevan años leyendo la misma presentación sin siquiera molestarse conocer otras formas de enseñar. Yo acabé tan cansada del sistema educativo por cuestiones como las que expone este usuario que ni siquiera quería hacer un máster, solo empezar a trabajar.
Esto se traduce también en la forma en la que nos representan, como zombies que solo miran el móvil. Sin embargo, la realidad es muy diferente. Porque sí, no lo niego, en muchos casos puedes vernos con el móvil en la mano y quizás pasemos demasiadas horas en Internet, pero nuestros planes con amigos no consisten en mirar la pantalla, lo aseguro. Es más secundario de lo que los boomers están obsesionados con mostrar. Pero su forma de rebatirlo todo, sin darte espacio a argumentar tu visión o recriminándote que eres demasiado joven para tener una opinión válida, hace que la mayoría estemos cansados y no queramos explicar nada u optemos por el clásico “OK, boomer” para zanjar el asunto. Me pasa a menudo que hay debates sobre actualidad en los que no quiero ni intervenir porque ya sé cómo va a actuar cualquier por encima de ciertas edades. En esta primera edición de la newsletter en 2023 quiero mostraros algunos productos culturales que considero que explican muy bien la realidad de los millennials tardíos y la generación Z (bien apodada por mi club de lectura como “generación bisagra”).
VER 🎬
Este 2023 ha vuelto a traer una nueva temporada de esta serie de Netflix que me agrada porque, aunque se disfraza de comedia ligera y hace un pequeño homenaje a Gilmore Girls (por los nombres de las protagonistas y que sean madre-hija), resulta muchísimo más oscura y dramática en cuanto te sumerges en la historia. Es, junto a ‘Yo Nunca’, ‘Sex Education’ o ‘The Bold Type’, uno de esos ejemplos que pondría hasta la saciedad sobre cómo son los jóvenes hoy en día en sus diferenes etapas vitales. El móvil y las tecnologías están presentes, pero no son el centro de su universo, sino un medio más para expresarse y comunicarse. Se ve su preocupación constante por temas tan mundanos como el amor, la salud mental, las injusticias sociales o las relaciones familiares. Eso sí, siento que la serie falla en algunos aspectos, como que a veces trata de ser demasiado sutil y no llegas a entender bien los cambios de opinión de los personajes o que en ocasiones tratan de abarcar demasiados temas y quedan forzados. ⚠️ Como siempre, aviso de los posibles triggers de la serie: drogas, violencia sexual, desórdenes alimentarios, autolesión y racismo.
ESCUCHAR 🎧
La playlist de este mes me gusta muchísimo, es una de esas mezclas perfectas que salen a veces de forma orgánica y se convierten en la banda sonora perfecta. Me transmiten mucha calma las canciones que he incluido, pero hay una en concreto que no puedo quitarme de la cabeza por lo animada y pegadiza que resulta. Y por supuesto, no dejéis de escuchar ‘Flowers’ de Miley Cyrus, que es una preciosa oda al amor propio.
LEER 📚
Lo que me hizo decantarme por el tema generacional este mes fue precisamente este artículo de Marta Alberca en El Periódico de España. En él, habla del éxito de la cuenta de TikTok del Museo del Prado y es de admiración como han sabido conectar con el público. Ya tienen más de 430.000 seguidores. Justo un día antes de esta publicación reposteaba un tweet de otro usuario donde mencionaba las maravillas que estaba haciendo la pinacoteca española y la National Gallery. Un ejemplo más de que los jóvenes no somos autómatas con móvil pegado a las manos.
En la misma línea pedí por Navidad un libro de la periodista Anne Helen Petersen relacionado con esta lucha generacional y los problemas laborales del sistema actual. Aunque en muchos casos se centra en Estados Unidos, y en estos momentos doy gracias a las leyes europeas, la globalización ha hecho que algunos aspectos puedan extrapolarse a nuestro país. Me gusta mucho cómo explica estas diferencias entre unos y otros:
La generación Z popularizó en TikTok la expresión “OK, boomer” como una reacción a alguien con un punto de vista desfasado, intratable o intolerante. Como decía Taylor Lorenz en The New York Times, “podía estar dirigido básicamente a cualquier persona por encima de los treinta que diga algo condescendiene sobre los jóvenes y los temas que les preocupan”. Pero es interesante reslatar la connotación contemporanea de boomer como una persona condescendiente y obtusa.
Muchos de nosotros preferiríamos leer un libro a quedarnos mirando la pantalla de nuestro móvil, pero estamos tan cansados que solo nos queda energía para desplazarnos de forma mecánica por internet.
(Las condiciones de trabajo favorables) no significan mesas de ping pong en el lugar de trabajo, ni que te pagaran el taxi para volver a casa después de las 9 de la noche, ni servicio de catering los lunes y viernes. Ninguno de esos «beneficios» para los empleados que con tanta frecuencia les vende hoy en día a los millennials con el objetivo de correr un tupido velo sobre el hecho de que el empleador apenas ofrece un sueldo suficiente para pagar el alquiler en la ciudad donde radica el negocio.
DISFRUTAR 🥂





No podría terminar esta newsletter sin un buen listado de creadoras de contenido que creo que son buenísimas en lo suyo y hacen de las redes sociales un ejemplo de todo lo que se puede aprender. Ya he mencionado previamente a Patricia Fernández y Pau García-Milà, ahora os comparto a cinco mujeres de temáticas muy variadas que son iconos absolutos en TikTok:
Ariane Hoyos: empezó haciendo vídeos de humor sobre su vida en Madrid siendo de clase obrera y ha acabado siendo la precursora de la expresión “ser una tía chulísima”. Se merece todo lo bueno que le pasa y me alegra mucho ver cómo le llueven propuestas con gran impacto en la sociedad.
Paula Casado: me enamora su forma de cocinar y mezclar alimentos, me encanta que explique sus cambios laborales en estos años hasta convertirse en chef privada. Pone tanto mimo y detalle en todo lo que hace que es imposible no inspirarse.
Alicia Revilla: destaca en la sección de moda de TikTok por sus looks imitando a famosas, pero su apología al cuidado personal y empoderamiento es sin duda el ejemplo para todas las chicas jóvenes que le siguen.
Jimena con jota: sus trucos sobre tecnología y creación de contenidos animan a lanzarse al mundo de los negocios online. Además, también muestra lo que hay detrás de las cámaras de ser influencer, lo cual siempre es interesante.
Cristina RB: me hace ilusión que lo que en un principio empiece como un hobby tenga tanto éxito que una persona termine dejando su empleo fijo para dedicarse al completo a las redes sociales. En este caso, sus recomendaciones sobre viajes nos tienen a todos fascinados.
Y eso sería todo, espero que os guste este nuevo formato. A mí me alegra poder seguir compartiendo todas mis reflexiones con vosotros. Substack tiene la opción de poner comentarios o dejar un like, por lo que no dudéis en contarme qué os parece o qué debería cambiar.
Un abrazo enorme, nos vemos en febrero.
(1) Ginny & Georgia (Netflix)
Hoooola Sandra
Me ha encantado tu reportaje/artículo y estoy totalmente de acuerdo contigo
Gracias por tus sugerencias
Me encanta verte tan reivindicativa, ojalá hubiera mucha gente como tú.