🙅♀️ No más presiones
Llevo años luchando contra mi primer instinto personal de introversión que consiste en no forzarme a hacer cosas que me dan pereza cuando tengo la batería social baja. ¿Y sabéis lo que he conseguido?
Se acerca el momento de afrontar el final de año y como he dicho en muchas ocasiones es uno de mis momentos más dramáticos y felices al mismo tiempo. ¿Ha sido un buen año? ¿Podría haber hecho algo más? ¿Estoy feliz? Son épocas complicadas y me pongo muy sensiblona, así que tiro mucho de nostalgia, tradiciones y buenos recuerdos. En estos días suelo hacer mi clásica limpieza digital anual, repito algunas películas que me gusta ver en Navidad o hago un repaso de fotos para unirme a algún ‘trend’ que consista en rememorar el año. Así que con este contexto creo que se va entendiendo por donde voy.
Este año ha sido el de las dos mudanzas, el de las mejoras laborales y de la estabilización emocional (que no personal). Y aunque todo eso suene muy bien, tengo que decir que no estoy segura de que haya sido mi mejor año. Quizás en el futuro lo recuerde con cariño, como cuando me acuerdo de los años del instituto, especialmente el 2014 (dios mío hace justo 10 años), que creo que es el que tengo más guardado dentro. No sé si porque era el previo a la universidad o porque sentí una conexión muy fuerte con mis amigos de entonces.
Me desvío del tema sin querer, la cosa es que llevo muchos años luchando contra mi instinto personal de introversión que consiste en no forzarme a hacer cosas que me dan pereza porque tengo la batería social baja (si no sabes de qué hablo tómate un minuto para leer esto). Desde hace unos años asumo que en mi día a día voy a tener que renunciar a mucho tiempo libre por estar con otras personas, aunque esté absolutamente saturada de interaccionar con gente. Y lo he hecho mucho, de verdad, me he forzado hasta el infinito, ¿y sabéis lo que he conseguido? Nada, absolutamente nada. Solo disfrazar el malestar que me supone no tener tiempo de desconexión para mí y acabar explotando, por otro lado, en otro momento.
Como he leído muchas veces en redes sociales, “a los introvertidos siempre se les hace presión social para que hablen más y "se abran", pero a los extrovertidos nunca se les dice que cierren la boca de una vez”. Así que no más caer en la trampa y hacer caso omiso a mis necesidades. He aprendido a lidiar con esa falta de tiempo personal, y me frustro mucho menos que antes, pero creo que también tengo que marcar mis límites antes de llegar a explotar. Ya no me pongo propósitos de año nuevo, pero si tuviese que decir uno sin duda sería hacerme más caso y presionarme menos. Puedo salir “medio de fiesta” y trasnochar alguna vez, pero no voy a hacerlo cada mes. Puedo pasarme 12 horas fuera de casa durante cuatro días seguidos, pero voy a necesitar priorizar un día completo de no hablar con nadie. Y así con cada cosa. Os deseo unas felices fiestas y os pido que de cara a este nuevo año aprendáis a dar tiempo y espacio a la gente que lo necesita. Gracias por seguir ahí.
VER 🎥
Este último mes no he podido ser todo lo activa que me gustaría en el plano audiovisual, pero a principios de diciembre vi una película que me encantó. Es una coming of age en la que la joven Margaret va descubriendo lo que es ser adulto, en ese proceso tan habitual que tenemos las chicas de vivir todo en comunidad con nuestras amigas. Y todo eso se junta con un montón de momentos familiares que nos hacen ver la cara de la otra moneda. Desde la religión hasta las apariencias o el cambio de vida que dan los padres. Me pareció un relato muy tierno, cercano y bien contado. No la he encontrado en ninguna plataforma, pero si la veis por ahí, os recomiendo verla.
ESCUCHAR 🎧
Vaya desastre de playlist que tengo este mes, y como me da tanta vergüenza no puedo ponéroslo porque me parece un despropósito. Han sido unas semanas muy complicadas de mudanza y no me ha dado tiempo a disfrutar nada de mis placeres mundanos. Pero no voy a dejaros sin recomendación musical.
Quiero destacar esta nana-villancico de Philip Sauerwald a su recién nacido, que me ha parecido muy tierna y diferente a lo que estamos acostumbrados a escuchar en Navidad. Aprovecho que no tengo la playlist disponible para pediros recomendaciones de los discos, canciones o pódcast que más os han gustado en este año. ¿Cómo ha sido vuestro Spotify Wrapped? Quiero saberlo todo en comentarios.
LEER 📖
Me gustó mucho este análisis tan completo que hicieron mis compañeros Francisco, Víctor y Julio en varios artículos de elEconomista sobre la evolución y el resurgimiento de la industria del videojuego. Desde cómo Nintendo logró romper con la guerra comercial de Estados Unidos hasta la forma en la que el mundo de los videojuegos se ha convertido en una base muy sólida del ocio.
Si bien yo no soy la más indicada, puesto que se me dan fatal y apenas juego a algo más allá del Animal Crossing, sí que tengo mucha gente alrededor que veo como dedica su tiempo libre a jugar y que disfruta realmente de cada historia. El hecho de que esta industria valga tres veces más que la de la música o el cine juntos es un dato más que revelador, y que en parte me entristece porque ya sabéis cuanto me gusta el cine.
DESCUBRIR 📲
Con el escaso tiempo que he tenido para disfrutar de mis placeres mundanos, la escapada digital ha sido una de las salvadoras para poder mantenerme serena. Y uno de los vídeos que más he visto, siendo yo una amante de la Navidad, ha sido este calendario de Adviento de una cuenta muy creativa dedicada a manualidades.
Gabriela aprovecha sus dotes para enseñar durante 25 días formas de hacer postales navideñas con pincel, acuarelas y poco más. Para personas tan torpes como yo en el arte del dibujo se agradece. El año que viene, con más calma, intentaré aplicar sus ideas porque las postales navideñas son un detalle que me encanta hacer y recibir, sobre todo porque en mi familia ha sido siempre una tradición, aunque no la apreciaba hasta ahora.
Y con esto terminamos el año, queridos. Qué intensidad y cuántas cosas nos han pasado. Espero que el siguiente venga un poco más calmado porque no siempre se puede llevar un trote tan alto. Como he dicho, yo soy muy de recordar lo mejor del año y hacer un poco de repaso, así que me encantaría saber cuáles han sido para vosotros las mejores películas, series, álbumes o grupos y libros de este 2024. Os leo muy atenta en comentarios. Nos vemos en 2025, gracias por estar siempre ahí.
(1) Are you there God? It's me, Margaret.
Gracias por leer ‘Descubrimientos del mes’. Si te ha gustado, no dudes en suscribirte para que esta carta con recomendaciones culturales llegue a tu buzón el último domingo de cada mes.